20070618

Vigesimosegunda llamada

¿sabes? antes te he sido infiel...

te he engañado con todas: con las que he disfrutado de placeres carnales, con las que han empleado el Teléfono Rojo alguna vez, con las que se atreven a llamar a alguno de mis números, con las que intercambié todo tipo de insinuaciones e intimidades en chats, con las que flirteé en algún momento, con las que cruzo alguna mirada por la calle, con las que leen las transcripciones de mis llamadas, con las que escriben diversos blogs que leo, con todas ellas...

todas acuden a mí para susurrarme el recuerdo de nuestra relación, para exigir su cuota de mi deseo y placer, para tentarme y prometerme todo...

y las engaño a todas ellas contigo...

cuando tras esos largos minutos de ensoñación llega el final... una de vosotras es la que ha dominado el momento...

¿qué quien ha sido? si me llamas, tal vez te lo revele...

20070614

Vigesimoprimera llamada

una tarde estaba aburrido en uno de esos canales de IRC que suelo frecuentar en los solsticios, cuando apareció uno de esos personajes que abundan por ellos, preguntando si alguien quería ver como su sumisa se desnudaba a través de webcam.. tal anuncio provocó las risas de los veteranos, ya que lo primero que piensas es que va de cachondeo o que se trata de propaganda de algun sitio web porno.. no obstante, él insistía en que la oferta era totalmente seria...lo ignoramos

al rato me abre un privado, volviéndome a explicar que era cierto y que se sentía ofendido... no tenía otra cosa que hacer, así que le dí mi número de teléfono del msn messenger, y me dispuse a esperar la llamada

enseguida llegó la misma... era él, y me pedía que esperara, por lo que mi escepticismo aún creció más. siguieron las explicaciones: la sumisa no quería. volví a sonreir y ya empecé otras cosas que hacer por que ya veía que todo era una falsa

se unió una tercera persona a la conversación: era ella.. así que parecía que algo de verdad podría haber después de todo. él la trató duramente, por sus dudas y por no saludarme correctamente, ya que le dejaba en mal lugar, como si no hubiera sabido educarla...

las siguientes frases que él dijo fueron para que ella conectara la cámara. así lo hizo y pude ver a una joven ostensiblemente nerviosa, vestida por completo, y que permanecía sentada frente al ordenador. él me iba preguntando qué me parecía su puta, si me gustaba, y comentaba cómo la iba a domar para hacerla obediente.. yo respondía vagamente, mirando las ventanas abiertas, pensando sobre el cariz de los acontecimientos

él le mandó que empezara a despojarse la ropa... no pasó nada... seguro que su discusión seguía por privado. finalmente ella se quitó el jersey... la falda... lentamente, con desgana, con cara de asco y desprecio... nueva detención... yo miraba, sin disfrutar especialmente de la situación... volvió a dejarse ver por la cámara, para quitarse rápidamente el sujetador y las bragas, tapándose púdicamente con las manos...

él volvió a la carga con sus observaciones al respecto de ella, humillándola aún más: parecía a punto de llorar. le dije que ya era suficiente, que ya estaba bien. él se sintió complacido y le ordenó que se desconectara. ella se despidió rápidamente y se fue. la conversación por su parte continuó por el mismo camino. yo sólo le dije una cosa: que podía estar contento con ella, por el esfuerzo que ella había hecho para vencer su orgullo y por su voluntad de entrega, pero que tuviera en cuenta que ésta no se gana con amenazas, sino de formas más sutiles, y que de persistir en ese plan la perdería.. esto no le gustó, lógicamente, y se fue de malos modos...

unos días más tarde me enteré de que efectivamente, ella había buscado la libertad

20070611

Vigésima llamada

es marta la persona que asocio siempre con los trenes: vino a mí por primera vez en tren, fui a verla en varias ocasiones en tren y el encuentro que se puede considerar como despedida también fue en tren...

ya habían pasado meses tras nuestra última noche juntos. ella había encontrado otra persona que parecía más dispuesta a darle lo que ansiaba y yo estaba intentando recomponer una relación que había resultado dañada por su paso sobre mi vida... aún así seguíamos hablando por teléfono, situación que seguiría unos meses, si bien la conversación no se convertía en lo que caracteriza el Teléfono Rojo. había una carga emocional especial, donde el sentimiento y el recuerdo de los momentos pasados estaban presentes y nos dejaban el alma sin aliento... con esa magia especial que la relación con marta siempre tuvo...

me llamó un sábado. estaba fuera de su ciudad, visitando a su nuevo amante, y había arreglado el viaje de vuelta para que en lugar de tomar un avión coger un tren...sólo por vernos los minutos que el tren se detuviera en la estación de mi ciudad...¿me parecía bien? ¡demonios, por supuesto! ¡nunca me podía librar de su embrujo!

desde esa llamada hasta la hora de acercarme a la estación, las llamas del infierno anidaron en mi pecho... el deseo, aunque sabía que no era posible, ardía con la fuerza de un fuego fátuo por todo mi cuerpo... el taxi iba demasiado lento, no iba a llegar a la estación a tiempo, y eso sería como morir... empezó a sonar el teléfono: el tren llegaba, ¿estaba yo allí?...

bajé corriendo las escaleras de la estación y recorrí toda la longitud del andén hasta llegar a su vagón: me esperaba en su puerta... con su bello rostro, su amado cuerpo, sus brillantes ojos, su hermosa sonrisa... nos miramos un segundo, y no dijimos nada, simplemente nos besamos...ella en el vagón, yo en el andén...esos cinco minutos se hicieron eternos y etéreos...era el resumen de nuestro amor y sexo, un adiós a un sentimiento, un lamento por no detener el tiempo para siempre allí...

se oyó el silbato del jefe de estación... nos separamos si bien yo seguía sujetando una de sus manos...."quédate", le dije... sonrió, y por un momento parecía que iba a dar el paso al andén... el tren arrancó...y caminé un poco a su lado hasta que la velocidad hizo que sus dedos se escaparan de los míos... me mandó un último beso... que selló definitivamente las puertas del hades sobre ese amor

20070608

Decimonovena llamada

sí, cuando uso el Teléfono Rojo me gusta llevar el control también.. aunque a veces lo puedo perder...

me llamó pilar para invitarme a tomar café a su casa. era un viernes de junio, había acabado algún examen y se volvía a pasar el fin de semana al pueblo, pero antes no estaría mal un rápido encuentro... allí me presenté, pero... no pudo ser, el piso de estudiantes que compartía estaba saturado, y no podríamos tener el momento que deseábamos... así que nos tomamos simplemente el café...

la acompañé a la estación, y nos despedimos cuando el tren partió (que pena que ahora eso ya no sea posible, con lo de especial que tenían los andenes para las despedidas y reencuentros)

me dirigí hacia mi casa paseando ya que hacía una tarde magnífica y la calle estaba llena de distracciones para los ojos

de repente el teléfono empieza a sonar. miro quien es y sonrío. no hace ni diez minutos que ha empezado el viaje y me llama, seguramente para continuar la conversación que lleváramos y que hoy ya no recuerdo (con pilar se podía hablar de cualquier cosa y manteníamos largas y apasionadas discusiones (siempre me han seducido las lolitas... mi perdición))

pero sus palabras indicaron que el tema iba a ser otro... me dijo que me echaba de menos, que le fastidiaba no haber podido entregarse como tenía pensado, pero que me compensaría... sonreí y le respondí que sin duda lo haría, que ya me encargaría yo del castigo correspondiente... se negó, lo haría antes

"estoy mojadita", me dijo, "lo noto con mis deditos"

me paré... sentí una rápida erección... ella seguía contándome que no podía aguantarse, que estaba encerrada en el baño del tren, que se había subido la faldita que se había puesto para mí, y que se estaba masturbando, que quería que yo oyera como lo hacía, que pensara que ella se tocaba para mí mientras a su lado pasaba la gente por el pasillo del vagón... fue muy descriptiva y meticulosa... no necesitaba de mis palabras, esa tarde se valía por sí misma...

mis palabras... no me salían... bueno, sí... le ordenaba que se parara, que lo dejara, que iba a cortar la llamada.. sin mucha convicción, así que ella ponía vocecita de niña buena y continuaba con la tortura que me estaba administrando...

y yo seguía andando por la calle, sintiendo la erección a punto de romper el pantalón... notaba como ya fluía por mi pene esa humedad que resulta tan delatora... ¿por qué no me paré? ¿por qué no me metí en un bar? ¿por qué no cogí un taxi y me fui directo a casa? ¿por qué no colgué? no lo sé.. simplemente seguía oyéndola por el teléfono mientras se tocaba, mientras gemía y se corría una y otra vez, durante todo el trayecto del tren hacia su pueblo, durante todo el camino hacia mi casa...

me crucé con una amiga que se sorprendió... no sé si más por mi brusco saludo o si vería mi situación...¡por todos los dioses!, ¡que mancha se estaba formando ya en el pantalón! pero a esas alturas ya me daba igual: yo sólo quería oir a la perra en celo que estaba al otro lado del teléfono, que disfrutaba tanto del placer que sus dedos le proporcionaban como del placer de tener, por una vez, en sus manos a su Dueño

¿pretendes torturarme así? no me dejaré... ¿o tal vez sí?

20070606

Decimoctava llamada

¿hasta dónde puede llevarnos el morbo en una llamada al Teléfono Rojo? ¿qué se puede pedir a una mujer que se te entrega en la distancia?

cuando uso el Teléfono Rojo no suelo tener un guión prefijado de cómo va a transcurrir la conversación, sino que dejo que la fantasía y el morbo nos lleve a ambos, aunque finalmente sea mi capricho, mi inventiva la que acabe dictando el transcurso de la misma... también disfruto descubriendo sus deseos, sus necesidades...

pero me gusta controlar su placer.. indicar cuándo, cómo acariciarse... me gusta retener su éxtasis y marcar el momento en que pueden liberarlo...

una mañana hablaba con cristina... ambos relajados, predispuestos.. yo en mi cama, ella en su sofá... una agradable conversación para una mañana de primavera... ella, sumisa en prácticas... estábamos aprendiendo a conocernos, viendo cómo ella aceptaba ceder su voluntad, sintiendo cómo dejaba apropiarme de ella... fue una amena conversación (siempre me han seducido las lolitas... mi perdición)

empezó el juego del día... ella estaba desnuda, ansiosa por tocarse, ya había disfrutado de mis llamadas durante la semana anterior y pronto nos íbamos a ver... yo no quería su placer tan pronto... sí, me gustaban sus súplicas mientras pedía correrse... y me apetecía sentirla de otra manera. ella tenía un vibrador en la mesilla de su habitación: debía ir a buscarlo... pero a cuatro patas, como la perra que quería ser...

se reía, pero lo hizo... yo oía a través del teléfono el impacto de sus rodillas en el suelo y la respiración agitada, a la vez que imaginaba su cuerpo visto en fotos y por webcam moverse lentamente por el pasillo. cogió el aparato y empezó el regreso

en ese momento alguien quiso participar también en el juego...

su perra

se reía mientras me contaba cómo la estaba olisqueando, cómo sentía la humedad que le bajaba por los muslos y cómo el animal quería lamerlos.. ella la rechazó y siguió su camino hasta el sofá...

empezó el juego... no recuerdo ya la fantasía, pero seguro que yo la tentaba y provocaba, la excitaba con palabras, mientras le negaba el placer que yo estaba disfrutando... hasta que llegó ese punto en que notas que ya no la puedes retener y dejé que empezara a tocarse con el consolador...

en ese momento alguien quiso participar también en el juego...

se reía mientras me contaba cómo la perra volvía a olisquearla, a lamer sus muslos empapados... se reía de su hermana... la intentaba apartar, pero no podía, ya que el animal insistía y ella estaba perdiendo el control con el placer que se estaba proporcionando.. yo al otro lado del Teléfono Rojo oía y me sentía cada vez más excitado...

y se lo ordené: que dejara libre al animal, que apartara el vibrador, su mano... no se negó.. entre lo excitada que estaba ya de por sí por nuestro juego y el morbo del animal.. no, no se podía negar

empezó a gemir, a gemir cada vez más fuerte, y yo entre los gemidos, los gritos, le oía relatarme lo que sentía, el placer que le estaba proporcionando la lengua de su hermana, de su perra... acercó el teléfono a su entrepierna para que yo oyera el gimoteo y ruidos del animal... ella se apretaba sus tetas o lamía sus dedos húmedos... y la perra seguía arrancándole gemidos de placer... mientras yo me tocaba frenéticamente, excitadísimo por la situación, pleno de morbo, disfrutando del momento, de la posesión de la entrega de cristina...de ese trío con dos hermanas, con mis dos perras...



¿te atreverás a entregarte al morbo sin condiciones a través de una llamada? ¿no quieres que te llame? ¿o temes perder el control?

20070605

Decimoséptima llamada

ayer llamé a andrea...ha pasado ya más de un mes desde la última vez que hablamos por teléfono, desde el día en que ella dijo que ya no podíamos seguir hablando... un déjà vu

¿motivo? explicó que su pareja estaba mosqueado, que se había dado cuenta de que nos llamabamos (él sabe que había habido entre los dos), que le estaba vigilando en sus actividades en el ordenador, guardando los logs del msn o viendo sus mails, y que ella no podía seguir así, que no quería hacerle daño...
¿es la verdad? ¿o es una metira piadosa como las que comentabamos en el blog de enfermera de noche? ¿es ella la que viendo que la situación estaba ya bordeando un límite le ha puesto un freno antes de perder el control?... un déjà vu

la conocí ya hace unos años, en un canal de IRC asociado a nuestra ciudad...manteníamos conversaciones normales, sin ninguna pretensión u objetivo...aunque ya se sabe: poco a poco se deja aflorar el interior y se muestra uno a la otra persona...y acabas sintiendo que no te importa contarte nada sobre tu vida...así pasó, y se acrecentó con la llegada de las Navidades... la noche de Navidad, empujados por los sms intercambiados la noche anterior (dónde nos echábamos de menos, que nos apetecía estar hablando en lugar de estar con quien estabamos, etc) dimos el salto a realizar una llamada telefónica... que duró toda la noche, hasta el alba...
la conversación dió mil vueltas, surgieron mil sentimientos, nos tocamos cuatro veces...nos dió pereza colgar, nos sentíamos a gusto... de ahí que lo último antes de cerrar la noche fue quedar para esa tarde, a tomar un café simplemente

tras el café, paseamos por la ciudad, envuelta en las luces navideñas...notaba que ella luchaba: se tenía que ir, pero no quería...la llevé a un hotel cercano...y pasamos otra noche juntos, esta vez sin teléfono por medio... así fue durante varios meses, una o dos veces a la semana...compartíamos nuestra intimidad, la adentré en los caminos de la sumisión, disfrutamos de placer y morbo: nos devorabamos en la calle, o la cara que ponía cuando yo le indicaba que fuera al baño del bar donde estuvieramos a quitarse la ropa interior y entregarmela, o la ocasión en la que vino a buscarme al trabajo y acabamos tirados en el suelo de la oficina (que hermoso estaba ese día su pubis, depilado formando un morboso triángulo inverso)...

pero algo había por medio: inicialmente vivía con su familia... con su hermano.. pero resultó ser su marido (sic!)... luego resultó que él estaba enterado de nuestra relación y que incluso le alentaba, que le daba morbo, aunque no tuvieran relaciones sexuales entre ambos...
al final se rompió... lo dejó... no quería arruinar su matrimonio (sic!) y decidió seguir con él...yo le dije que no le veía futuro, que lo dejaría, que se lo pensara... ella estaba convencida de que lo lograría...

se fueron de esta ciudad, y no, no lo logró... se separaron...volvimos a hablar: ahora ella estaba siempre en canales de D/s...pero no se atrevió a volver a esta ciudad...y desapareció al iniciar la relación con su pareja actual...

cuando volvió a aparecer nuestras conversaciones han sido normales, pero existía esa tensión...
como un rugido lejano que avisa una nueva tempestad... tal vez por eso, pienso que ella lo ha querido parar antes de que llegara la humedad...

20070603

Decimosexta llamada

si bien en la llamada anterior mis palabras parecían indicar que se puede lograr que una mujer se entregue, no quería generalizar con ello...

aunque tampoco reniego de esas palabras...

más bien sería quería decir lo siguiente: siempre puede aparecer un hombre que logre que una mujer se someta a él cuando otros no lo han conseguido, y por más que ella se resista, caerá

no quiero decir que la mujer sea "sumisa" por naturaleza, simplemente que siempre alguien puede llegar a seducirla. aunque algo de ello sí hay

de la misma forma, no creo que los hombres seamos dominantes por naturaleza, aunque algo siempre habrá. y desde luego, respondiendo a una petición realizada en una llamada privada, si bien creo que se pueda llevar a una mujer por los caminos de la entrega y sumisión, no veo posible que un hombre que no tenga cierta muestra de carácter ya en su vida cotidiana, pueda aprender y llegar a ser un dominante de verdad (como tal no me refiero a la imagen peliculera del tipo enfundado en cuero golpeando y dañando sin parar a una mujer)

muchas veces me encuentro con mujeres que te comentan que echan de menos esa faceta en sus parejas, y que por ello lo buscan con desconocidos... en ocasiones no salen del mundo virtual, en otras se atreven a pasar al plano real..
algunas pretenden incluso cosas más peregrinas, como que les enseñen o expliquen cosas que puedan poner en práctica con su pareja para se convierta en un dominante (sic!)

ese fue el caso de maria, una de las mejores amigas (y sólo amiga) que he conocido en IRC. ella sabía desde pequeña que se sentía llamada por la sumisión, por su morbo y sensaciones... y no lo conseguía con su pareja. entró en contacto con un dominante a través de su web y éste le iba guiando por la senda que antes he mencionado: le exigía tareas y deberes que debía cumplir con su pareja y luego explicárselas a él cada noche. ella estaba segura de controlar la situación, pero tal y como me la narraba yo veía que estaba perdiendo el timón y que se estaba enganchando al Maestro y se estaba olvidando de su relación con su pareja (a la que en lugar de dominante había convertido también en sumiso). una noche hablamos largo y tendido sobre el tema y ella logró reaccionar y restablecer sus sentimientos. tal vez no llegara a disfrutar plenamente de la D/s con su pareja, aunque sé que él hizo intentos por complacerla en ese sentido, pero lograron otro equilibrio que les sigue acompañando

un tema morboso y a veces aterrador, pero... ¿llamarás para intentar saborearlo?